Este tratamiento consiste en una renovación celular total y acelerada de las capas superficiales de la piel. Según las necesidades de la piel de cada paciente, y el efecto que se busca, se escoge el o las sustancias más adecuadas para los fines que se buscan. 

Es un tratamiento que puede ayudar a mejorar el acné, cicatrices, manchas por exposición solar, melasma por embarazo o cambios hormonales, mejorar poros y estado general de la piel. 

Una vez la piel ha sido evaluada por un profesional, se procede a limpiar y dejar una piel lo más homogéneamente posible para colocar con un pincel, una o las capas necesarias del peeling. Se sugiere una buena hidratación en casa, el uso de los productos adecuados en casa, evitar abrasivos en el área tratada y sobre todo, una fotoprotección obligatoria, sin exposición solar directa. Además es importante tomar en cuenta evitar el ejercicio, sauna o climas extremos en las primeras 24 a 48 horas, no depilaciones o cámaras de bronceado para evitar un efecto adverso.

El paciente suele salir muy aliviado después del procedimiento, requerirá cuidados básicos de hidratación y protección solar, y a los días empezará a notar los cambios positivos en su piel. La cantidad de sesiones varía de una piel a otra, así como la temporada en la que se decida realizar, ya que si se acerca una temporada de mucho sol, clima extremo o viajes deben ser consideraciones importantes antes de realizarse. La sustancia a aplicar y su concentración dependerá de la evaluación profesional y personalizada a cada paciente.