La mirada es la luz del rostro; unos ojos cansados delatan cansancio, envejecimiento, alergias, enfermedades, desvelo y más.  Esto se debe a que la piel del contorno del ojo es la más frágil de todo el rostro, es una piel fina, con tendencia a la flacidez, deshidratacion y opacidad, por lo que su cuidado debe ser aún mas delicado y de suma importancia si deseamos mejorar el aspecto general del rostro. 

Los signos más frecuentes de consulta suelen ser arrugas o líneas de expresión, conocidas comúnmente como patas de gallo, bolsas y ojeras.

Las líneas de expresión debido al poco grosor de esta piel debe empezar a tratarse con productos específicos para esta área: desmaquillantes suaves, sueros y cremas de nutrición, con propiedades reafirmantes e hidratantes. Una vez estos signos están presentes, se puede mejorar con tratamientos como la toxina botulinica, que tienden a suavizar y borrar esas líneas de expresión, aportando luminosidad y un aspecto rejuvenecido al rostro.

Las bolsas debajo de los ojos, se forman con el paso del tiempo por la pérdida de las fibras de sostén de la piel, la cual se hace mas laxa dando lugar a una piel sobrante en donde es evidente un compartimento  graso de inflamación; que puede modificarse con factores como desvelo, llanto, retención de líquidos, etc. Este signo, muchas veces es motivo de referencia con un especialista en cirugía, para realizar el procedimiento que lo corrija. 

El oscurecimiento del ojo, ya sea genético o no, por enfermedades como  rinitis, asma, ojo seco, alergias y otros, es un proceso relacionado con la vascularización que posee esa piel, dando un color morado-azulado a la ojera. Este, puede ser tratado con tratamientos en casa, contorno de ojos con componentes que ayuden a mejorar la microcirculación sanguinea, así como los remedios caseros de compresas frías y el uso de lubricantes o antialérgicos, según sea el caso.  Agregando a éste, tratamientos profesionales como los peeling químicos, carboxiterapia, radiofrecuencia y ultrasonido, que ayudan a mejorar la apariencia de la ojera, disminuyendo la coloración oscura   y aportarle más luz y vida a una mirada que luce cansada y agotada.