La pérdida de volumen es uno de los signos más importantes de envejecimiento y que hacen lucir un rostro cansado o agotado; ahora gracias a los rellenos o fillers, comúnmente conocidos, logramos proyectar y recuperar volúmenes perdidos como lo son surcos nasogenianos, líneas de marioneta, pómulos, óvalo facial e incluso labios. 

El relleno tiene como objetivo corregir, reponer volúmenes, revitalizar la piel y hasta proyectar determinadas zonas del rostro, para dar un toque de frescura y juventud al rostro. 

La nuevas técnicas, tienen grandes ventajas, ya que si su aplicación es desde edades jóvenes, nos permiten realzar áreas positivas de un rostro y no solo un efecto rejuvenecedor o correctivo, como se realizaba en pieles ya maduras.

El procedimiento es muy seguro, con una aguja fina se inyecta el material, que dependiendo su densidad puede tener una duración desde 6 a 18 meses, según el área a trabajar y el criterio médico del material aplicado. Luego de su aplicación puede generarse una leve inflamación, y el riesgo de algún moretón en el área infiltrado, pero el paciente puede volver a sus actividades regulares siguiendo las instrucciones de cuidado posterior a la infiltración. 

Los resultados visibles consisten en un aspecto más fresco y rejuvenecido, gracias a la corrección de perdida de volúmenes , disminuyendo así las señales de envejecimiento.  Es un tratamiento que en combinación con la Toxina Botulinica, aporta resultados muy lindos y embellecedores a un rostro.